Empezaba la segunda parte, y esta vez había algo diferente, Isco y Recio se quedan en el banquillo, Pellegrini reaccionaba con rapidez, buscaba cambiar el partido y no quería perder más tiempo. Introdujo dos extremos, Eliseu y Joaquín, ¡el equipo buscaba las bandas!
Fué un tiro del portugués, al que esta vez no le falló la puntería, el que quitó las telarañas de la escuadra de la portería de Moyá.
Con el empate el equipo local se desinfló. Parecía que el Málaga iba a por el partido, el chileno saca a Sebas y mete a Demichleis para poner a este de mediocentro, y dejar con más libertad de movimientos a Cazorla. Pero el que se sintió libre para pegarle un zapatazo fue Jérémy Toulalan, que marcó el segundo golazo de hoy.
Por fín parecía que ibamos a ganar fuera de casa después de tanto tiempo, pero el Getafe no se rendia, colgaba balones al área malacitana, y el recuerdo de Anoeta se pasaba por las cabezas boqueronas. Hasta que al final del partido, Cazorla sacó de su chistera otro golazo, para no ser menos que el luso y el galo, al contraataque cuando todo apuntaba a que Rondón se la jugaría al recibir el pase del asturiano, el guaje lanzó una vaselina desde 40 metros que se coló en la destrozada a cañonazos portería getafense.
Sin hacer mucho, con mucho que mejorar aún y esperando la reincorporación de Baptista, el Málaga ganó 1 a 3 y está en cuarta posición de la Liga de las Estrellas, el sueño continua.