jueves, 1 de marzo de 2012

España - Venezuela en La Rosaleda.

Foto: www.diariosur.es
          Hoy jugó La Roja, la Selección de todos los españoles, en nuestra Rosaleda, que por cierto, que bonita está, en la tele se ve el césped precioso, como nunca antes se había visto en Martirícos, y con muy poquito que envidiar, o más bien nada, a ningún gran club europeo, el estadio está más bonito que nunca.

         Como novedad nuestro Málaga C.F. tenía jugadores en ambas selecciones, esto tampoco pasaba antes, otro detalle de que vamos para arriba, de que subimos de nivel, son cambios que gustan , pero que nos pilla muy novatos a los boquerones, si marca Rondón ¿Lo celebramos o no?

.       Empieza el partido, el escenario perfecto, malaguistas en juego, la campeona del Mundo y una guerrera selección venezolana sobre ese tapíz verde perfecto. España juega de celeste y pantalón blanco, y en la "tele" pareciera que estuvieses viendo al equipo blanquiazul de tus amores, efectos ópticos y sentimentales también.

       Y ves esos pases largos al pié, esos toques en corto y rápidos, como ven los huecos, qué controles de balón, qué regates, qué recortes, cómo el equipo contrario corre detrás de sombras, uno viendo eso piensa que el equipo venezolano iba a protestar al arbitro, recriminándole que cuando iba a poner el balón en juego, que llevaban 20 minutos jugando y todavía ninguno de su equipo lo había visto. Una cosa, viendo el balón de hoy, el tango Adidas, uno no podía evitar recordar, bueno uno puretilla como yo, no podía evitar recordar a los Juanito, Popo, Paquito, Jose, Martín, Esteban etc, corriendo detrás de ese balón en ese bendito campo.

      Y con esos colores de hoy en La Roja, te da por imaginar que es nuestro Málaga el que está jugando, de ese modo, y se te cae la baba, y te pones a pensar... llegará el día que veamos a nuestro equipo jugar "casi" así, con esas ideas concretas, sabiendo que hacer en cada momento, defendiendo perfectamente, sacando el balón juzgándolo desde atras, empezar a tocar y tocar, y tocar, y tocar, hasta marear al contrario. Encontrar ese hueco imposible, para meter el balón a un compañero, que no necesita treinta y cinco tiros a puerta para meter gol, y a pocas de que disponga te mete un chicharito, por cierto, Jeque cómprame un Soldado.

     Lo dicho hoy un gran partido, que nos ha hecho disfrutar y a otros muchos soñar, un futuro que aunque ya lo tenemos aquí con nosotros, va a ser mucho mejor en los siguientes años. Gracias Sheik.

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